Alrededor de las 3:30 de la madrugada me despertó un temblor que me asustó pero decidí quedarme quieta mientras terminaba, como en cualquiera de los varios que se sienten en Viña. Pero éste no se detuvo, en pocos segundos, que se hicieron eternos, el movimiento se volvió más violento y el ruido era desesperante, junto a los gritos de mi mamá que nos decía que no era solo un temblor, los vidrios que se rompían al caer al piso, hicieron que toda mi familia entrara en pánico.
Yo duermo en un camarote, del que me bajé no sé cómo, agarré el primer pantalón que vi, ya que esa noche no me quise poner el pijama por que irónicamente tenía mucho calor (creo que nunca más dormiré sin pijama), me puse las chalas que estaban más a mano y un poleron que estaba a los pies de mi cama y actuando de todo menos racionalmente empujaba a mi hermana para que saliera rápido, mientras todo el departamento, ubicado en un 8º piso, se movía violentamente y todo en su interior volaba de un lado para otro, entorpeciendo la salida ya que el piso estaba lleno de cosas como copas y botellas que originalmente se encontraban en altura.
Ya en la salida lo primero que se me vino a la cabeza fue mi notebook y mi celular, los que para mi suerte quedaron a fácil acceso para agarrarlos antes de salir, pero antes de salir veo a mi mamá tratando de salvar cosas de valor así que le insistí que debía salir rápido, mi hermano no se hizo problema con salir de inmediato, lamentablemente el gato de mi hermana no aparecía por ningún lado, el que para empeorar el asunto es pequeño y negro en un momento en que la electricidad estaba cortada, por lo tanto mi hermana no estaba dispuesta a irse sin el. Nos quedamos los tres gritando su nombre, mientras el pánico aumentaba a cada segundo y el edificio entero ya había escapado a los estacionamientos libres de riesgos, entre ellos nuestra mamá que se asustó aún más cuando no nos veía bajar. Luna estaba escondida entre mi cama y la pared, totalmente asustada cuando mi hermana lo encontró y bajamos las escaleras lo más rápido posible para encontrarnos abajo con todos nuestros vecinos en pijama muertos de susto y buscandose unos a otros a oscuras.
Nuestro edificio ubicado en Agua Santa es Anti-Sísmico por lo que está hecho para soportar estos eventos, es decir no es muy probable que se caiga, pero sí que se mueva mucho, lo cual se comprobó aún más en nuestro piso por encontrarse en alturas, por lo tanto la gran mayoría de los residentes no se atrevieron a volver a sus departamentos por largas horas por que estaban muy asustadas y temerosas de las réplicas de este inesperado suceso. En nuestro caso decidimos quedarnos afuera hasta que por lo menos saliera la luz, principalmente por el desorden que quedó en nuestro hogar y los vidrios que en la entrada impedían el acceso sin riesgos. Yo y mi hermano subimos rápidamente, cuando el movimiento ya se había tranquilizado por un rato, a buscar algo para que mi mamá se abrigara más y una frazada para taparnos durante la espera.
Mientras avanzaba la noche, el frio se hacía más duro y aún no superabamos el susto, el que no servía de mucho cuando intentabamos sin exito comunicarnos con nuestros seres queridos y las lineas estaban copadas. Decidimos refugiarnos en el auto para poder descansar un poco y buscar alguna radio que quizas nos pudiera explicar lo que había sucedido en la peor noche que hasta ahora habíamos vividos (los anteriores terremotos de Chile, mis papás vivían en Punta Arenas por lo que no conocían nada parecido). Cuando ya salió el sol teníamos una leve idea de la catastrofe que había golpeado a nuestro país, cuyo epicentro se encuentra en la región del Bío Bío y alcanza de la 7ª a la 5ª región, donde nos encontramos nosotros y el sismo alcanzo los 7 grados aproximadamente, siendo uno de los menos afectados.
La electricidad volvió en la noche alrededor de las 8 cuando logramos captar una señal borrosa de TVN que nos entregó impresionante imágenes de todo el país, informandonos que una de las zonas más afectada fue Cauquenes donde viven mis abuelos y mi tía por parte de Mamá. Hemos sabido de casi todos nuestros seres queridos que se encuentran a salvo, pero de ellos nada, nos comentó otra tía que vive en Santiago que ellos se encontraban a salvo pero su casa se había caído totalmente, esto fue antes de que el mar atacara horas más tarde la misma zona, la que según las noticias desapareció en un gran porcentaje.
Nosotros nos encontramos a salvo, pero necesitamos saber de ellos y sus celulares todos suenan apagados. Si alguién sabe algo de Laura Rodríguez, Sergio Rodríguez y Laura Droguett le ruego me avise o me diga como puedo llegar a ellos. Sólo espero que estén a salvo.
Fuerza para las zonas más afectada y para todos ellos que no tuvieron tanta suerte como nosotros tanto con sus hogares como con sus seres queridos, sólo espero que esto termine pronto y que todos estén a salvo. Fuerza Chile!
